El bolso rojo de Tinkie Winkie bajo sospecha

NOTICIA PUBLICADA EN LA VOZ DE GALICIA El 28/MAYO/07

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"EL GOBIERNO DE POLONIA, PREOCUPADO POR LA SEXUALIDAD DE LOS TELETUBBIES

El programa infantil estaría haciendo propaganda homosexual, según el ejecutivo polaco.


El Gobierno de Polonia está dando los primeros pasos para atajar la que considera propaganda homosexual a través de la pequeña pantalla, y ha comenzado examinando a Tinky Winky y los otros Teletubbies. Ewa Sowinska, defensora de los derechos de los niños designada por el Gobierno, dijo a una revista local publicada hoy que estaba preocupada por la posibilidad de que el popular programa infantil de la BBC promoviera la homosexualidad. Añadió que pedirá asesoramiento a los psicólogos para comprobar si ese es el caso.

En comentarios que recuerdan las críticas del difunto evangelista estadounidense Jerry Falwell, dijo: «Me di cuenta de que Tinky Winky tenía un bolso de señora, pero no de que era un chico». «Al principio pensé que el bolso era algo que llevaba. Luego supe que podía tener un componente homosexual», añadió."

COMENTARIOS DE EL PAYONAUTA:

Las acusaciones del Gobierno polaco no son las primeras de este tipo que se les hacen a los inclasificables Teletubbies. Ciertamente, el bolso rojo del teletubbie morado, Twinkie Winkie, ha levantado sospechas en más de una vez acerca de sus tendencias sexuales. Pero ¿Acaso alguien dijo alguna vez que unos extraterrestres obesos, coloristas, con una televisión en su tripa y prolongaciones extrañas en sus cabezas, que están todo el día corriendo por un parque y dándose “abrazos fuertes” tenían que ser obligatoriamente heterosexuales o tener siquiera sexo masculino o femenino?


Si nos ponemos a sospechar de alguien dejemos al pobre Twinkie Winkie, lo único malo que ha hecho ha sido adquirir un bolso bermellón para su colección de complementos. Dirijamos nuestras miradas a sus compañeros Dipsy (de color verde) y Po (el teletubbie rojo) y a las sospechosas formas de los apéndices que salen de sus cabezas. ¿Cuáles son las funciones de ese “palito” y ese “agujerito?. ¿Y por qué Dipsy tapa su enorme protuberancia con un sombrero?

Puestos a ser suspicaces… no estaría de más reflexionar acerca de las sustancias alucinógenas que presuntamente podría haber consumido el padre ideológico de estos personajes antes de consumar su acto creativo. ¿O soy el único al que el entorno en el que viven los teletubbies le recuerda a esos mundos que describían los hippies tras sus “viajes lisérgicos” en los 70 y que conformaron la estética cultural de esa época?

Mis queridos soñadores, pese a mi naturaleza insomne, creedme, si hay algo que haya estado cerca de sacarme de mi estado de vigilia permanente alguna vez eso han sido estos aberrantes alienígenas. En el caso de que exista una razón para dejar de emitirlos no son sus posibles tendencias homosexuales. Eso realmente da igual. Hablo desde una generación curtida que creció al amparo de la amistad “especial” de Epi y Blas o Batman y Robin y que hoy está perfectamente “sana” (y esa buena salud incluye cualquier gusto sexual), aunque quizá algo traumatizada cuando recuerda las estrofas del Leti Rap o aquel irritante Okey Makey.

¿Qué más dará si los teletubbies son gays, asexuales, o se reproducen por esporas? Si hay un motivo para prohibir a estos seres de difícil definición es porque los niños, por pequeños que sean, se merecen programas que no les traten como si fueran imbéciles ni les subestimen, en los cuales sus personajes hablen bien el idioma de turno y en los que, en definitiva, se les enseñe algo más a parte de ir por ahí dando achuchones y esconderse bajo tierra.