lunes, 29 de octubre de 2007

Un Madrid misterioso III


PALACIO DE LINARES- situado en la Plaza de Cibeles este palacio que hoy acoge el Museo de América saltó a todos los medios hace una década por los supuestos sucesos extraños que allí ocurrían durante sus obras de remodelación. Las declaraciones de los vigilantes y obreros despertaron numerosas hipótesis, investigaciones y manipulaciones. Incluso se llegaron a recoger unas psicofonías que parecían ser de gran falsedad y producto de algún buen conocedor de la leyenda negra de este edificio.

Retrocedemos hacia mediados del siglo XIX para conocer la historia que en la década de los 90 volvió a salir a la luz. El Marqués de Linares, José de Murga, se enamora de una muchacha de condición humilde llamada Raimunda. La muchacha es hija de una cigarrera y trabaja en la fábrica de Tabacos.Tal es el amor de José por la joven que decide confesarle a su padre la intención de pedirle matrimonio a medio plazo. El padre, Don Mateo de Murga Michelena, noble, Senador del reino por Segovia y muy rico, no se toma nada bien este anuncio, aunque no por las razones de diferencia de clase y económicas que su hijo piensa. Al poco tiempo Don Mateo decide enviar a su hijo lejos, a Inglaterra, indicándole que debe permancer allí para cerrar un negocio que tenía entre manos. La verdaderas intenciones de aquel hombre eran apagar la llama de la pasión de los jóvenes y hacer que su hijo se olvidara de Raimunda.

Tiempo después, pasados un par de meses, José recibiría desde el extranjero la noticia de la muerte de su padre. El marqués volvería a España para enterrar a su padre y al poco consumaría su intención de casarse con aquella chica. Ya viviendo juntos el heredero descubriría entre la extensa fortuna dejada por su progenitor, una carta que no había sido enviada. En la misma el padre comunicaba a su hijo que no estaba enfadado por querer comprometerse con una muchacha ajena a la nobleza, sino porque Raimunda y él….eran hermanos. Aquella chica habría nacido fruto de una relación que Don Mateo habría tenido hacía dos décadas con la cigarrera.

Se dice que el matrimonio acudió al Vaticano para comentarle su caso a la Iglesia. Ésta, por medio de una bula papal, les permitió vivir bajo el mismo techo pero cada uno en diferente planta y en total castidad. Sin embargo, ya era tarde. Raimunda estaba embarazada. Lo que ocurrió cuando la nia nació difieren según quien cuenta la leyenda. Unas fuentes dicen que para mantener el buen nombre de la familia la pequeña se dio en adopción, llamándola Maria Rosales. Por otro lado está la teoría funesta, aquella que cuenta que el marqués mató a la niña nada más nacer, enterrándola en el jardín. Incluso se llega a decir que un esqueleto de una recién nacida se encontró allí. Mientras algunos dicen que el matrimonio dejó testamento declarando no tener ninguna hija otros señalan que Raimunda, tras haber muerto su bebé, se fue languideciendo hasta fallecer de pena.

Esta leyenda junto con las supuestas psicofonías obtenidas en el Palacio alimentaron hipótesis fantasmagóricas durante la década pasada. Si son ciertas o no, disciérnalo el lector.


PARQUE DEL RETIRO- Es un placer para el turista, así como para el nativo de la capital, dedicar un día entero a perderse entre los interminables y floridos paseos de uno de los más grandes y más bonitos parques, por qué no decirlo, de la villa madrileña. Lo que muchos no saben es que en su interior se ubica una escultura dedicada al demonio, de hecho siendo la única estatua erigida al maligno en todo el mundo. La “estatua del ángel caído” tiene su origen a finales del siglo XIX. La efigie había sido esculpida por Ricardo Bellver y premiada con la medalla de primera clase en la Exposición Nacional de 1878. El duque de Fernán Núñez donó 11.000 duros para llevar a cabo el proyecto que la situaría en el interior del parque. Así, pese a las protestas de la sociedad madrileña de aquel entonces y de los sectores más reaccionarios, la escultura ya instalada en el Buen Retiro se inauguraría en octubre de 1874.


MUSEO DE ANTROPOLOGÍA- El propietario del edificio de este museo fue una leyenda viviente del Madrid del siglo XIX. El Dr. Velasco, médico de fortuna, comenzó a acumular piezas de antropología y etnografía fruto de sus numerosos viajes. En 1873 le encarga el proyecto de construir un lugar para almacenar su colección al arquitecto Francisco de Cubas, que edifica un palacete neoclásico frente a la estación de Atocha que originariamente se conocería como Museo Anatómico.

En la historia del doctor, mezcla de verdad y leyenda, se cuenta que tenía una hija muy querida, que muy joven enfermó sin poder hacer nada los doctores para salvar su vida. Gracias a su prestigio como médico, y sintiéndose impotente por no haber podido utilizar sus conocimientos para sanar a su hija, consigue hacerse con una licencia para embalsamar a la muchacha y retener su cadáver en el domicilio, ayudado en toda esta tarea por el que era su discípulo y prometido de la joven, el Dr.Muñoz. Aquí empiezan los rumores e historias raras sobre este hecho. Se dice que ambos hombres sentaban a la mesa al cadáver de la chica, que la vestían de novia e incluso que su padre, el Dr. Velasco, la sacaba a pasear en el coche de caballos que poseía. El mito se acrecienta tanto que los madrileños de la época no se atrevían a pasar cerca de la casa del doctor y sus aledaños.


BASÍLICA DE LA VIRGEN DE ATOCHA- La basílica actual sería la tercera iglesia construida en dicho lugar. La leyenda dice que la imagen de la virgen, la que es la talla más antigua de Madrid, habría sido traída a la capital por los discípulos de San Pedro.

La construcción de la segunda edificación se lleva a cabo en el siglo VIII por un caballero cristiano, llamado Gracián Ramírez, que un día acudió a rezar al primitivo templo y lo encontró vacío, sin la imagen de la virgen. Tras mucho buscar por las cercanías encontró la talla y tan emocionado por el hallazgo, decidió levantar una nueva ermita. Más adelante, durante los trabajos de edificación de la basílica, estando en compañía de otros cristianos que le ayudaban en su empeño, fueron atacados por un numeroso grupo de moros. Gracián, antes de comenzar la batalla, y visto que tenían las de perder por ser inferiores en número, entró en la iglesia y cortó el cuello a su mujer y a sus hijas. Por el temor de lo que los moros podían hacer con ellas si eran capturadas prefirió darles muerte él mismo. Sin embargo, pese a la pesimista visión de la batalla los cristianos lucharon tan ferozmente que consiguieron hacerse con la victoria con gran regocijo de todos excepto del impetuoso Gracíán. Éste, terriblemente apenado, se dirigió a casa a lamentar sus actos en soledad. Sorprendentemente una vez llegó allí ni el mismo se lo podía creer porque en se casa, esprándolen, se encontraba su familia sana y salva, sólo con una pequeña herida en sus cuellos. Sobre los restos de la ermita construida por Gracián Ramírez se erige hoy la basílica que conocemos.

La imagen de la Virgen de Atocha, de nombre probablemente debido a una planta muy frecuente por la zona antiguamente, es una de las tallas más extrañas de nuestro acervo religioso nacional. La imagen es la de una mujer sentada, de rostro casi negro y grandes ojos rasgados con un niño sobre la mano izquierda y una manzana sobre la derecha.


MUSEO REINA SOFÍA- El edificio que alberga esta pinacoteca de arte contemporáneo se construyó a finales del siglo XVIII como Hospital General, manteniendo ese uso hasta 1965. Allí fallecieron millares de personas por diversas causas: epidemias, enfermedades, combates durante la Guerra Civil… La mayoría de sus cuerpos fueron enterrados en el subsuelo de las instalaciones. Años antes de cerrar y después de la guerra, el edificio se usó también como manicomio e incluso pasó a figurar al servicio de la facultad de Medicina como Anatómico Forense.

Tras estar dos décadas clausurado, en 1982, se decidió rehabilitar el edificio para convertirlo en museo. En la remodelación se hallaron esqueletos cadenas, grilletes…Una segunda remodelación en 1990 sacó a la luz el hallazgo de los cadáveres de 3 monjas momificadas enterradas en la antigua capilla del hospital, quizá las mismas religiosas que algunos vigilantes y demás personal, aseguran haber visto caminando por los pasillos lentamente.

Ya desde el siglo XIX la leyenda negra del edificio afirmaba que todas las noches, los espíritus de los fallecidos invitaban a los enfermos a formar parte de una legión de almas errantes.
Los hechos extraños denunciados por los funcionarios y vigilantes de seguridad son multitud y parecen haberse incrementado a partir de 1992, con la colocación del Guernica de Picasso en la pinacoteca. Alarmas que se activan solas, puertas que se abren y se cierran, voces escalofriantes, gritos en salas completamente vacías…

Los trabajadores del centro, acostumbrados a fenómenos tan extraños, incluso han llegado a atribuir jocosamente estos sucesos a un fantasma que llaman Ataulfo. Los vigilantes jurado inclusive una noche decidieron invocar al ente por medio de la oüija. Las ganas de jugar con lo inexplicable se les quitaron a más de uno. El supuesto “Ataulfo” con el que “hablaron” por el tablero le anunció a uno de los vigilantes una desgracia inminente. Unos días mas tarde, fruto de la casualidad o no, un familiar muy cercano al guardia murió en accidente de tráfico. Ya son varios los casos de vigilantes del museo que han pedido la baja por los extraños hechos que allí acontecen y por la sensación de malestar y nerviosismo que les invadía al trabajar en el Reina Sofía.

Otra de las leyendas del Reina Sofía que nos pone los pelos de punta es aquella en la que se cuenta que durante una temporada, a las puertas del hospital, se hallaban cadáveres abandonados. Aunque no se sabía muy bien quien los traía hasta allí se especulaba que podía ser el fantasma de un enfermo fallecido tiempo atrás en el hospicio, poco satisfecho con las atenciones que se le habían prestado en el antiguo Hospital General.

CASA DE LOS DUENDES- Así se llamó durante mucho tiempo a una vivienda situada en la calle Mártires de Alcalá, una vía que va desde Princesa hasta casi Alberto Aguilera, paralela al palacio del Conde Duque. Su primer dueño fue el Príncipe de Antillanos. Ya a la muerte de su segundo propietario, Nicolás Guzmán, la vivienda, pese a su magnificencia, estuvo un tiempo sin moradores. Se dice que esto fue debido, entre otras cosas, a los rumores que circulaban por Madrid respecto a las cosas que allí pasaban y…a los seres que allí residían. Nadie con dos dedos de frente quería comprar el inmueble.

En el siglo XIX, cuenta la “Guía de Madrid” de Fernández de los Ríos (publicada en 1875) que un grupo de hombres ocupó la vivienda. Los escritos del cronista se mezclan con la habladuría popular y no se sabe si este grupo lo llegó a alquilar o bien la ocuparon sin más. Por el día la casa estaba vacía, pero por la noche varios hombres se reunían para celebrar timbas. Parece ser que en una de estas veladas los enanos que “habitaban” la casa se les aparecieron hasta 3 veces avisándoles de que se marcharan e instándoles a que se callaran, pero los jugadores hicieron caso omiso de sus advertencias, pese a que las apariciones de los duendes se tornaban cada vez más terroríficas. En un momento dado, cuando la timba estaba en su máximo apogeo, las luces se fueron y entonces…cundió el pánico. Algunos de los “ludópatas” afirmaron haber sentido numerosos golpes, como si un surtido grupo de enanos les molieran a palos, otros haber palpado a unos seres que, por el tacto, parecían ser fríos y alados, pudiendo oír, al mismo tiempo de todo este caos un ruido ensordecedor y notar un hedor insoportable. Otras fuentes simplemente dicen que numerosos enanos con garrotas salieron de todas partes y se pusieron a dar mamporrazos.

Unos años más tarde la casa fue alquilada por la marquesa de Hornazas. En pleno proceso de decoración para alegrar los ventanales decidió comprar unas cortinas lujosas, así que mandó a su mayordomo a por ellas. Al poco de salir éste por la puerta los duendes aparecieron frente a la aristócrata, portando los tejidos que hacía un instante le había pedido a su empleado que comprara. El desmayo de la nueva inquilina fue inminente y su marcha, al poco tiempo. Esta historia también se cuenta con una cruz del niño Jesús que había desaparecido de una cuna y con la variación de que la señora llamó a su confesor tras recuperarse del susto y éste apareció con uno de los enanos cogido de la mano.

La casa sería posteriormente ocupada por un clérigo y más tarde por una lavandera. Estos dos nuevos habitantes del inmueble también tuvieron encuentros con los duendes similares al de la marquesa. Al primero le dieron un libro que el fraile solicitaba al obispo, a la segunda la ropa que se mojaba por una tormenta metida en un barreño. Cerrada durante mucho tiempo la residencia incluso recibió la visita de la Inquisición, que realizó un exorcismo. Algunos dicen que unos duendes salieron medio ahumados tras el rito. Una segunda versión indica que tras ese día en el que la Inqusición habría encontrado nada y los vecinos, furiosos, incendiaron la casa. Tiempo después, cuando sólo había escombros los enanos habrían salido de una trampilla subterránea y abandonado el lugar. Esta última versión se contradice con la anterior y con otra que relata que la casa sería derrumbada a finales del siglo XIX.

Lo cierto es que hace tiempo, vecinos de unos pisos que hoy ocupan el lugar donde estaba aquella casa “encantada” acudieron a la televisión y comentaron los extraños sucesos que se daban en sus viviendas: extraños ruidos, objetos que se movían solos…


CEMENTERIO DE LA ALMUDENA- cerca de los barrios de Villaverde y San Blas se emplaza el camposanto más grande de Europa. El cementerio de la Almudena es un lugar curioso por la cantidad de personajes ilustres que están enterrados en el mismo y por las estructuras arquitectónicas funerarias y estatuas que albergan sus muros. Sobre una de ellas, un ángel con trompeta al que se llama popularmente Fausto, recae una inquietante leyenda. Se dice que, a veces, bien entrada la noche, su trompeta se oye sonar en el interior del camposanto. Para aquel desgraciado que la escucha es como un presagio, puesto que anuncia la muerte de alguna persona cercana o la suya propia. Esta leyenda producía tal terror que, según cuenta la historia, la trompeta, originariamente en la boca de Fausto, se le puso en las rodillas para que le fuera más difícil tocar su siniestra melodía.

La necrópolis del Este ha sufrido durante su larga vida profanaciones, oüijas, reuniones de grupos satánicos…En los años 80 se enmarca la historia de “El mendigo asesino”, un indigente esquizofrénico y alcohólico que cometió varios crímenes en la ciudad y que practicaba la necrofilia en el propio cementerio. Francisco García Escalero, nombre completo del mendigo, saltaba la tapia del camposanto para realizar sus funestas prácticas, influido por las misteriosas voces que hablaban en su cabeza producto de su enfermedad.

Por último, otra historia que circula popularmente por los alrededores es la de la línea 15 de autobús. El transporte une la puerta del Sol con la necrópolis. Según se dice, las almas de los difuntos, tras regresar de su paseo nocturno por el centro de la ciudad cogen este autobús para descansar en camposanto. Las habladurías relatan que algunos de los conductores han visto como a última hora de la nche, sin haber nadie en el interior del autobús, la llamada de parada automática se acciona, al pasar por el cementerio.


METRO DE MADRID-TIRSO DE MOLINA- para finalizar con este recorrido por el Madrid extraño nos adentramos, bajo tierra, en los recovecos del suburbano de la capital. En 1921, un año después de la inauguración de este medio de transporte en la ciudad por Alfonso XIII, se acometen las obras para construir la estación de la línea 1 Tirso de Molina. Haciendo un recorrido histórico hay que decir que en lo que es hoy la actual plaza de Tirso de Molina se ubicaba el Monasterio de la Merced, un templo que sería demolido en 1840 para dar cobijo a la actual plaza. En las obras de construcción de esta nueva estación los obreros se encontraron con el osario del monasterio. Sin saber qué hacer con tal montón de huesos los operarios los fueron acumulando en los andenes, poniendo encima las baldosas del suelo de la estación. Y hoy, aún siguen allí.

Se cuenta que un día, estando los obreros trabajando en la nueva estación, tras un muro, escuchan una llamada de auxilio. Una vez derribado éste los obreros no encontraron a nadie allí, pero lo que sí hallaron fue un esqueleto. Los vecinos de la plaza relataban historias donde decían escuchar, ocasionalmente, gritos desgarradores que provenían…del interior de la tierra y ver a un denominado “fantasma de las obras” deambulando durante la construcción del suburbano. Muchos viajeros de aquellos años afirmaban además, que siempre de noche, mientras esperaban la llegada de su tren podían oír gritos de socorro desde la oscuridad del túnel de la estación.

Otra historia inquietante, enmarcada también en la línea 1, es aquella del “fantasma del bisturí”. Entre las estaciones de Atocha y Puente de Vallecas varias mujeres en la década de los 50 fueron heridas con un bisturí sin que ninguna de ellas pudiera identificar atacante alguno. No es que no consiguieran saber como era su agresor, sino que allí no había nadie.

Este recorrido virtual por la urbe más misteriosa de España finaliza aquí, pero no acaba. Tras las céntricas, iluminadas y abarrotadas calles de la capital existe un sinfín de relatos que por lo menos pueden ser calificados de "extraños". ¿Cuentos de otra época? ¿ Productos de la superchería y la superstición de siglos pasados? Puede que sí, que todo esto sean tan sólo historietas, rumores que se han ido deformando al pasar de boca en boca o puede que en los tiempos en los que vivimos no tengamos ya unos instantes para detenernos a escuchar, a mirar, a sentir lo que nos rodea al contrario de nuestros colegas de antaño.

La historia pese a todo está ahí, queridos durmientes,y para los que se hayan quedado con ganas de más hay que decir que existe gente que se dedica a recogerla y a contarla para que no permanezca en el olvido. Es el caso de "Explora lo desconocido", una empresa que entre sus múltiples actividades incluye un paseo por el Madrid más encantado. Si queréis conocerlos visitad y descubrid estos lugares con vuestros 5 sentidos. Quizá seas testigos de algún vestigio de esas leyendas o quizás no.


"Si perdemos el sentido del misterio la vida no será más que el soplido de una vela" (ALBERT EINSTEIN)

domingo, 21 de octubre de 2007

Un Madrid misterioso II

El recorrido por el Madrid más enigmático continúa tras un largo parón en el camino de más extensión que la deseada. Las labores de observación dejan a veces menos tiempo del que quisiera este insomne para los asuntos de redacción. Perderse por la urbe y sus calles puede ser una tarea interminable pero absolutamente placentera. Os invito a seguir la senda del misterio a pie, una vez leídas las historias más ocultas de ese otro Madrid, muy diferente al que estamos habituados.


PALACIO DE CAÑETE- Nos situamos en el número 69 de la Calle Mayor. Conocido por ser hoy sede del Patronato de Turismo de la ciudad este edificio albergó en el siglo XVII el Gobierno civil de la villa, siendo residencia temporal de numerosos alcaldes y gobernadores. Algunos de ellos dieron fé de los sucesos extraños que supuestamente acontecían en la mansión. Ruidos extraños, gritos estridentes, objetos que se movían…La leyenda de este palacio se explicó por propios y ajenos de diferentes formas: unos atribuyeron los sucesos al fantasma del marqués de Cañete, que asesinado en su propia casa no descansaría en paz hasta encontrar a su asesino, otros a duendes burlones y unos terceros a tórridos romances con infidelidades y amantes que iban y venían…


PLAZA MAYOR- La gran plaza en el corazón de Madrid es actualmente un lugar lleno de artistas y turistas, terrazas y espectáculos. Antigüamente sus usos fueron bien diferentes. Para los curiosos basta con acercarse a los asientos que circundan las farolas de su interior y echar un vistazo a los relieves allí colocados hace algunos años por el Ayuntamiento para comprobarlo. En su día, hasta 1765, entre otras cosas, el ágora fue el principal escenario de las ejecuciones públicas llevadas a cabo por la Santa Inquisición por actos de brujería o por haber cometido delitos tales como el robo, de ganado, asesinato, adulterio…. Los madrileños acudían en masa, como si de un espectáculo ocioso se tratara, a ver estos despiadados castigos por tales faltas. Garrote vil, hogueras, horcas...
Muchos han sido los vecinos de las casas de la plaza que durante el siglo XVIII y posteriormente afirmaron ver vagar a los espectros en la noche o escuchar sus lamentos. Algunos incluso dicen de la Plaza Mayor que es el lugar de Madrid “con más fantasmas por metro cuadrado”.


IGLESIA DE SAN GINÉS- En la recientemente peatonalizada calle Arenal se emplaza este pequeño templo, uno de los más antiguos de Madrid.Como detalles escabrosos contar que de la calle Arenal desenterró la Inquisición muchos huesos, para quemarlos después, suponiéndoles pertenecientes a judíos. Además, a este templo en concreto acudía el Tribunal Inquisitorial para óir misa el día que la bula se publicaba y antes de los ajusticiamientos.

Hasta hace poco tiempo en la Iglesia de San Ginés había algo inusual para un templo. cristiano. A los pies de la Virgen de los Remedios se hallaba un cocodrilo (hoy en proceso de restauración. ¿Pero por qué ese animal? Cuenta la leyenda que encontrándose Alonso de Montalbán en una grave situación de peligro, siendo perseguido por un cocodrilo que estaba a punto de darle caza, de repente ocurrió un milagro. Cuando todo parecía perdido y las fauces del animal estaban próximas a Alonso un tronco de un árbol se precipitó, matando in situ al cocodrilo. En el interior del tronco el perseguido atisbó una imagen luminosa femenina. Se trataba de la Virgen de Valvanera, talla que está presente (dentro de un tronco) en un lateral de la Iglesia de San Ginés y que es conocida por ser la patrona de La Rioja. Alonso de Montalbán cogió la talla y mandó disecar al cocodrilo, como agradecimiento a aquella dama silenciosa que le salvó la vida.

Otra de las historias relacionadas con esta parroquia es una enmarcada en el siglo XIV. Cierto día rezaba un hombre en soledad en el interior de la iglesia, cuando la mala fortuna quiso que dos bandidos iirumpieran allí para robar el dinero del cepillo y otros enseres. Para no dejar testigos los hombres asesinaron a aquel pobre, decapitándolo. El cuerpo del hombre fue hallado, no así su cabeza. Se dice, que poco tiempo después a este suceso una sombra sin cabeza que hablaba se aparecía con frecuencia en el templo. ¿Sería el ánima del hombre asesinado, que había vuelto a la tierra para revelar quiénes le asesinaron? Por lo visto cuando la cabeza se encontró, oculta detrás de la capilla, aquella figura no volvió a aparecer.


REAL CASA DE CORREOS- Para los que no lo sepan así se llama el edificio situado en la Puerta del Sol que es actualmente la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid y donde toda España dirige su mirada el 31 de diciembre para tomarse las uvas al ritmo de las 12 campanadas de su reloj.
La leyenda negra de este edificio comienza con su construcción. Carlos III encarga la misma al arquitecto municipal, Ventura Rodríguez. Una vez que éste ha decidido demoler los edificios anexos al terreno para ganar espacio el rey cambia de parecer y le encarga el proyecto a un francés, Jaime Marquet. Esto no gusta para nada a la sociedad de la época y menos cuando la Real Casa de Correos queda edificada. Se critica su estilo afrancesado, su fachada de piedra y el hecho de que para subir al piso superior sólo hubiera la escalera de la entrada. Una vez las obras del interior han comenzado empiezan a ocurrir extraños sucesos. Algunos obreros afirmaban incluso haber visto al mismísimo demonio en persona diciéndoles que el edificio se encontraba maldito y que por ello lo reclamaba como de su propiedad. Los obreros, muertos de miedo, se negaron a trabajar y las obras se paralizaron. El pavor era tal que el director de la obra comunicó lo que allí pasaba a la Santa Inquisición, que mandó un cura al lugar para realizar un exorcismo y alejar la presencia del maligno. El enviado permaneció durante las obras, quedando en nómina como el resto de trabajadores.

Otra de las historias que circulan sobre este céntrico edificio madrileño es la referente a un capitán francés, que logró sobrevivir de los levantamientos de mayo al esconderse en el famoso reloj. Anteriormente él y un grupo de hombres habían ocupado el inmueble. Hay que aclarar, antes de nada, que el reloj actual no es el mismo de esta historia, sino que el que tenemos ahora sustituyó al original en 1886 trayéndose de la cercana Iglesia del Buen Suceso. Pues bien, los madrileños rodearon la Casa de Correos, huyendo despavoridos los franceses. Sin embargo, aquel capitán seguía supuestamente dentro del reloj, en el que según dice la leyenda el diablo le ayudó a esconderse. Con el fin de hallar al francés se reunió a los mayores especialistas relojeros de todo el país. Éstos lo único que encontraron fue un pequeño ratón, que según la habladuría popular sería el propio capitán, transformado por su colega, el diablo, para que escapara.


IGLESIA DEL BUEN SUCESO- En la céntrica plazoleta madrileña también se encontraba, donde hoy se ubica el Hotel París, un Hospital e Iglesia llamados “del Buen Suceso”. A principios del siglo XVI Carlos I decide trasladar el Hospital del Buen Suceso de Baza a Madrid y edificarlo fuera de los muros de la antigua ciudad, junto a la Puerta del Sol. La construcción de la Iglesia del Buen suceso sería a posteriori, finalizando sus obras en 1607. Ambos centros fueron muy frecuentados por soldados y sirvientes de la Corte. Los dos, iglesia y hospital, serían derribados en 1854 por la reforma que sufrió en esa fecha la Puerta del Sol.

La Iglesia a la que nos referimos destacaba porque era la única donde se decía misa a las dos de la tarde. ¿La razón? Se cuenta que una señora que vivía cerca tenía una sirvienta muy leal. Hasta que un día unas joyas de la mujer desaparecieron. Dado que la empleada limpiaba por sus dependencias y visto que no aparecían los enseres, se la acusó de robo y finalmente fue ajusticiada. Un día, estando la señora en casa un pájaro negro apareció graznando. La señora corrió a intentar espantar o matar a aquella impertinente ave, pero le fue imposible puesto que el animal subió volando al piso superior, donde estava situado el desván. La mujer siguió al pájaro hasta la parte de arriba de la casa y vio que se había quedado quieto en una zona del desván. Cuando se acercó a él cual fue su sorpresa que, bajo el animal se encontraban las joyas desaparecidas. La mujer se sintió tan mal y tan culpable por la muerte de su leal empleada que decidió rendirle homenaje dándole misa todos los días a las dos de la tarde, hora en la que la sirvienta había sido muerta.


PLAZA DE SANTA ANA- Nos vamos a otra plaza cercana a la anterior, ubicada en el Barrio de las Letras, puesto que allí era donde se hallaba el Teatro Novedades. En el siglo XVIII y XIX las gentes decían que un fantasma habitaba este centro, conviviendo pacíficamente con los vecinos de la zona. Sus apariciones parecían ser tan frecuentes que se tenía asumida su existencia. Aquel supuesto ente dejó de aparecerse con el tiempo hasta aquel aciago 23 de septiembre de 1928. En esta fecha un teatro repleto de gente de condición humilde, que disfrutaba de la representación del libreto “La mejor del puerto” sufrió un horrible incendio. 67 personas perecieron y 200 resultaron heridas, quedando el Novedades reducido a escombros en tan sólo una hora. Según decían los vecinos, el espíritu volvió a mostrarse desde entonces para recordar este fatal suceso y junto a sus apariciones… le acompañaban los angustiosos gritos de las víctimas del incendio.

También en la misma plaza se ubica el Teatro Español (en la fotografía de la parte superior izquierda), abierto todavía en la actualidad. Entre algunas de las historias del lugar destaca aquella en la que se cuenta como todos los noviembres, cercano a la fecha en que se representaba Don Juan Tenorio, la imagen de un extraño ser podía verse cerca de los escenarios.


IGLESIA DE SAN JOSÉ- La siguiente historia tiene como protagonista a un diplomático. Nos situamos a mediados del siglo XIX, en época de carnaval, teniendo como fondo esta iglesia situada en el número 41 de la calle Alcalá. En una fiesta de máscaras cercana a la zona donde habían acudido multitud de embajadores extranjeros y gente de la nobleza madrileña se encontraba un diplomático de origen sajón, algo aburrido durante la velada. En un momento dado, ya a punto de marcharse, el diplomático atisbó a una bella muchacha que le llamó poderosamente la atención. Aquella chica de pelo negro, vestido blanco y piel clara, estaba como él, algo sola, así que decidió acercarse hablar con ella. Así estuvieron durante un buen rato, hasta que decidieron abandonar juntos el baile.

Una vez salieron a la calle el hombre notó a la muchacha rara, distante, más parca en sus palabras. La chica insistió en acudir a la Iglesia de San José sin explicar al sajón el motivo, simplemente pidiéndole que le acompañara. Por el camino el hombre empezó a sentirse cada vez más intranquilo por su compañía, empezó a notar algo raro en ella. En un momento dado rozó su mano y la sintió helada, y su rostro estaba pálido como la nieve. Una vez llegaron al templo ella le susurró unas palabras misteriosas y de repente, cuando el diplomático miró a su lado, aquella enigmatica joven había desaparecido. Un escalofrío recorrió al hombre por todo su cuerpo y , aunque al principio decidió buscarla, todo le pareció tan raro que empezó a entrarle el pánico y se fue a su casa.

A la mañana siguiente, ya más calmado, pensó en volver para buscar a la chica. Decidió acudir a donde la había dejado, a la iglesia, puesto que la insistencia de la joven de llegar a ese lugar le había llevado a pensar que quizás se podría tratar de alguna sirvienta o familiar del párroco. Una vez en el templo se encontró que se estaba celebrando un funeral de cuerpo presente. Mucha gente se acercaba al ataúd para presentarle sus respetos a la fallecida. Entonces, el germano hizo lo propio y se aproximó al féretro, movido por un lado por la educación, y por el otro por cierta curiosidad que le carcomía. Esa cara pálida, esas blancas vestiduras, ese pelo negro de la difunta eran los de misteriosa compañía de la fiesta de máscaras, aquella que había desaparecido la noche anterior repentinamente. Al hombre le temblaron las piernas al comprobar de quien era el funeral, el corazón se le aceleró y por poco se desmaya. Tal fue la impresión que incluso le tuvieron que ayudar para salir a la calle a tomar el aire. Una vez en el exterior, al haber visto su reacción una de las chicas que le habían asistido le preguntó de qué conocía a la fallecida. Al explicarle que había estado con ella en la fiesta de carnaval , la muchacha dijo “Eso es imposible. Mi prima murió ayer por la noche”.


CASA DE LAS 7 CHIMENEAS- Detrás de la Gran Vía, situado en el madrileño barrio de Chueca, se erige aún este edificio que hoy es sede del Ministerio de Cultura. Su construcción fue llevada a cabo a finales del siglo XVI, por entonces en una zona situada a las afueras de Madrid, y en ella vivía una joven que, según las malas lenguas era amante del rey Felipe II. Para que los rumores, que ya se extendía por la Corte, no se acrecentaran el padre de la joven, muy amigo del monarca, concertó un matrimonio de conveniencia con un joven capitán de la armada al que la muchacha le gustaba. Según se dice, se apellidaba Zapata. Al poco tiempo, el capitán fue llamado a filas para luchar en la Guerra de Flandes y se vio obligado a marchar. Desgraciadamente las noticias no fueron demasiado buenas: el joven murió en combate. Así, la joven viuda se quedó sóla en su gran palacio.

No demasiado tiempo después la chica iba a aparecer muerta en su dormitorio, parece ser, aunque las versiones varían, que de una puñalada. Nunca se supo quien la había matado, aunque se especuló que lo podía haber hecho su propio padre o incluso algún enviado del rey porque ésta estaría embarazada. Se cuenta que su cadáver desapareció de forma misteriosa y que podría haber sido emparedada en algún lugar de la casa. Incluso al padre, al que también se le habría achacado la desaparición del cuerpo, se le iba a hallar colgado de una viga de la misma casa. La leyenda dice que,a veces, en el tejado del edificio, recorriendo la zona de las 7 chimeneas, aparece una mujer vestida de blanco que camina por ese ala, se pone de rodillas, se golpea en el pecho y entonces…desaparece.

Unos años después un viejo adinerado compraría la casa para residir con su esposa de conveniencia. La muchacha, que dícese sería también amante de Felipe II (y a la que éste la había regalado como arras de la boda y como dote 13 monedas de oro con su efigie) se quitaría la vida en la misma noche de bodas. A partir de este suceso se cuenta que eran frecuentes los ruidos y golpes en el edificio y que, de vez en cuando, un fantasma aparecía paseándose y tintineando unas monedas.

Es curíoso que esta sea la casa donde a mediados del siglo XVIII residía un valido de Carlos II, el marqués de Esquilache, conocido por su polémica ley de capas y espadas, que tan mala acogia tendría entre los madrileños. De hecho, el llamado “motín de Esquilache” tendría como fondo esta vivienda, ya que los madrileños asaltarían el edificio del que hablamos.

En el siglo XIX el banco de Castilla se instaló en el inmueble. Según se acometían las reforrmas pertinentes en los sótanos puedo encontrarse entre dos muros un esqueleto de mujer y 13 monedas de oro de la época de Felipe II. ¿ Sería el cuerpo de la mujer de Zapata o quizás el de la mujer de la segunda leyenda?

La próxima semana (y esta vez seguro que será la próxima) la última entrega de este viaje por el Madrid más enigmático que no deja de sorprendernos.En la misma sintonía, con el mismo insomne de siempre.