viernes, 15 de junio de 2007

¿Quién se resiste a una buena ración de oreja?

NOTICIA PUBLICADA EN EL DIARIO ADN EL 15/JUNIO/2007

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"UN HOMBRE LE ARRANCA LA OREJA A OTRO Y SE LA COME

Tanto la víctima como el agresor se encontraban ebrios en el momento de la pelea

El bombero polaco Damian W. le arrancó la oreja a un conocido en un pelea y luego se la comió, según la policía, que explica que tanto la víctima como el agresor se encontraban ebrios.


El diario Fakt asegura en su edición digital que tanto Damian W., comandante de los bomberos de la localidad de Sciborzyce Wielkie, en la provincia de Opole, como su víctima, Boleslaw K., empezaron a discutir sobre si era mejor la cerveza de lata o la de botella mientras consumían esa bebida en un bar.

Boleslaw K. sostenía que la cerveza de lata era la mejor del mundo, mientras que Damian W. aseguraba que jamás la bebía, porque la mejor era la cerveza embotellada.

Cuando ya se iban a separar Boleslaw K. le dijo a su conocido que deberían beber juntos algún día, "naturalmente, cerveza de lata" y entonces Damian W. saltó sobre él y de un mordisco le arrancó la oreja derecha, que inmediatamente se tragó."

COMENTARIOS DE EL PAYONAUTA:

Inquietante noticia que nos lleva a la conclusión de la buena función que haría en Polonia una franquicia de Cañas y Tapas. Cierto es que en España hay numerosos míseros bares que acompañan las cervezas con 4 raquíticas aceitunas o un puñado de patatas rancias, pero en ningún caso se nos ocurre, aunque nos quedemos con hambre, comernos alguna parte del compadre de cañeo.

Sin embargo, es imposible resistirse a una buena ración de oreja y si puede ser con tomate mejor. Sino que se lo digan a este tal señor W, hacedor de esta innecesaria tomatina, al que le dieron demasiado “la lata”, o a esa familia española que contó hace unas semanas en el programa de TVE-1 “Gente” el hallazgo de otro de estos cartílagos en un bote de tomate. Míralo aquí De no ser porque el bombero polaco (bombero-torero también en este caso, por hacer una faena y llevarse la oreja) se tragó el apéndice de su colega, algún avispado seguidor de C.S.I pensaría que ambos hechos tendrían relación.

Para que luego culpen los polacos, como veíamos hace unas semanas, a los teletubbies de “comer la oreja” a los niños con sus supuestas tendencias homosexuales cuando son sus ciudadanos adultos los que tras hincharse de zumo de cebada se lían a mordiscos con sus congéneres, cual combate de Tyson y Hollyfield. Una actuación nada de extrañar, por otro lado, para un tipo llamado Damian.

En la dicotomía de tener que elegir entre el frío tacto labial de una lata y el impersonal beso del vidrio me quedo esperando que llegue una sesión de espumosas para comenzar el debate oficiosamente. Aunque no dejo de preguntarme ¿La cerveza de lata y la de botellín de la misma marca no están hechas exactamente de lo mismo?
Una cosa sí me queda clara: si alguna vez salgo de cañas y me quedo con hambre nunca, pero nunca iré al Bar Sovia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder y luego en España nos perdemos en debates sobre si este cubata de 8 euros es o no de garrafón... desde luego los polacos solucionan las cosas a las bravas (aunque en este caso al bombero no creo que le diese tiempo a echarle esta salsa tan española al aoreja de su compadre). En cualquier caso, "el debate está en la calle", como dirían en Madrid Opina, y yo, personalmente, me decanto por la cerveza de vidrio, siempre más fresquita y con un sabor más a cerveza... no sé, supongo que es la consecuencia de haber mamado de tantas litronas desde joven!
Si algún día las tapas que me pongan en el bar mientras engullo unas birras me dejan con hambre, intentaré tenerte certa, payonauta, por si acaso!