jueves, 24 de enero de 2008

La llegada de la somnocracia

Hoy, 24 de enero de 2008 LOS ARCHIVOS DEL PAYONAUTA tienen el honor de inaugurar un nuevo apartado en su andadura. La somnocracia ha llegado. Por fín.

Ahora, queridos durmientes, sois vosotros los que podéis dar vuestra opinión, votar,manifestaros, marcar una opción o poner un puntito... en la nueva encuesta que se renovará cada mes y que ya está disponible en la parte inferior derecha del blog.

Este enero, como no podía ser de otra forma, el objeto de análisis son vuestros sueños en el recién iniciado 2008. Dado que para mí están vetados me apropiaré de vuestros viajes más profundos por el subconsciente.

Votad mis queridos hijos de Morfeo, votad.

jueves, 17 de enero de 2008

La gran manzana está podrida

TÍTULO: SOY LEYENDA (2007) (I AM LEGEND)

DE ENSUEÑO: disponer de todo Nueva York para ti solito, sin tráfico, carteristas ni yuppies y sin tener que hacer reserva en el Fosters Hollywood.

DE PESADILLA: ser Will Smith y que no haya nadie alrededor para que oiga tus chistes, excepto un perro y un surtido grupo de chupasangres con no demasiado gusto por lo hilarante.


En esta sociedad globalizada y predominantemente urbanita en la que nos movemos no es nada raro el sentirse sólo de vez en cuando, aislado, e incluso ver a los que nos rodean como unos monstruos deshumanizados, estresados y hambrientos, ya sea de fama, de dinero o de no poder sufragar una hipoteca siempre a la alza. “¿Qué pasaría si yo fuera el último hombre sobre la tierra?” Es la premisa de este film, ya tercer remake del libro de Richard Matheson “Soy Leyenda”. “No, tampoco en ese caso me acostaría contigo” , sería una posible respuesta de una posible última mujer sobre la tierra.

No es fácil hacer una película cuya mayor parte del metraje tiene en pantalla a un solo actor. Y lo decimos muy alto, sin tapujos, puesto que en la época distópica del asolado y virulento Nueva York hasta a los ciervos les parece afectar el llamado “síndrome digital”, ese que hace que los poco reales vampiros del film corran a velocidades endiabladas, salten por las paredes y abran la boca pero que muy mucho. El propio argumento del film es una dura prueba para Smith (yo, yo mismo y mi perro) que ha demostrado en los últimos tiempos ser algo más que aquel “fresh” prince de Bel Air. Desde el punto de vista psicológico es complejo analizar cómo sería nuestro comportamiento en la más absoluta soledad. Quizás sumidos en la depresión, absortos en nuestro mundo interior, viviendo en recuerdos del pasado, pero siempre con ese instinto de supervivencia intrínseco al ser humano. ¿Y qué hay más humano que la comunicación? En “Soy Leyenda”, Neville se desvive por su can, quizás al ser éste un símbolo de su vida pasada, una representación de lo que queda de su rota familia, un recuerdo de su anterior estatus. Pero también, como el Neville de Heston en Omega Man, intenta interactuar con algo que tenga cierto parecido con lo humano. ¿Y qué eligen ambos? Maniquíes. Heston juega con ellos partidas de ajedrez irreales, Smith, se encuentra con estos en el videoclub e incluso se ve tentado a ligárselos. Cualquier cosa antes de entablar relación con esas criaturas que han perdido totalmente su humanidad.


En Omega Man (El último hombre vivo) y Soy Leyenda los seres contaminados son muy distintos entre ellos. En la peli de Heston, los afectados por la radiación han perdido la coloración de su piel y ojos y la esperanza por la raza a la que pertenecían, Están empeñados en destruir todo aquello “humano”, es decir, todo cuanto ha creado el hombre, cosas tan importantes para el personaje de Heston como la cultura y la tecnología. Quieren establecer un nuevo orden, una nueva sociedad para que no se vuelva a repetir el error y el horror de las armas nucleares, causa de su estado. Las compañías del Neville de Smith son "despreocupadas" de estos asuntos, bien diferentes a las anteriores. Como bestias se guían únicamente por su instinto: el de alimentarse (de sangre si puede ser humana, mejor) y el de la protección (no salen de día para no quemarse con la luz solar). No pueden hablar ni pensar más allá de sus necesidades primarias.

La interpretación de Smith está menos sobreactuada, es algo más “seria” que la de Heston y deja vislumbrar el mundo interior del protagonista, qué siente el personaje, qué pasa por su cabeza… Vemos su ira al morir su perro, su desconcierto al ser encontrado por más humanos sanos, su impotencia al no poder hallar una cura, su tristeza por la muerte de su familia…Sin embargo, la nueva versión podía haber aprovechado algunos otros aspectos que se le quedan cojos a los 2 remakes anteriores (el de Heston y el de Vincent Price) y haber atado cabos sueltos, relacionados con por qué unos animales están contagiados y otros no (como los ciervos) y cómo consiguen acceder y salir de la ciudad con la vacuna del virus si todos los accesos habían sido cortados al comenzar la cuarentena. Pese a todo, es un film de ciencia ficción que se deja ver y entretiene. Y digo de ciencia ficción, no de terror, como la venden algunos, calificativo inadecuado si no es por el miedo que da pensar en qué hacer con toda una ciudad para nosotros sólos y un surtido colectivo de fotofóbicos noctámbulos chupasangres. Algunos se acojonarían, otros...se harían de oro montándose algo a lo ibicenco.