Los caminos de Google son inescrutables

Sería estúpido negar la utilidad y ayuda que presta un medio como el sistema de búsquedas Google y más desde la posición moral que este divulgador considera ocupar. En realidad gracias a él mi labor como ser Insomne se ha facilitado enormemente, haciendo posible efectuar búsquedas en tan sólo segundos, algo que es una ventaja importante con la que no contaban mis antiguos predecesores, olvidados de Morfeo y de la actual instantaneidad digital..


Google se ha convertido en algo así como un Gran Hermano de Orwell, porque todo lo ve, todo lo sabe, en una deidad spinoziana, puesto que todo está dentro de él y él dentro de todos, una verdad universal, que se habla en todos los idiomas. No aparecer en el buscador es no existir. Ser de los mimados en los primeros puestos de los resultados de las búsquedas se compra, se vende y se negocia como cualquier espacio publicitario. Googlito ergo sum.

Incluso, hace días se publicaba una noticia que ponía en relevancia la utilidad que el medio tenía para los estadounidenses con el objeto de llevar a cabo investigaciones sobre la vida privada de los demás: antecedentes penales, malos hábitos, vergüenzas pasadas …Estos eran los principales objetivos de familias que conocían al “nuevo novio de la niña” o de empresas que pretendían ampliar los datos de un candidato potencial a un puesto de trabajo. Léelo aquí
Pero no sólo buscamos a los demás a través de este medio ¿Quién no ha hecho nunca la tontería de introducir su nombre en el famoso buscador?


Respecto a esto último esta semana os propongo un juego. Vamos a llevar a cabo un experimento estadístico y sociológico que hará cierto el dicho de “Todos los caminos llevan a Roma”, por muy absurdos que estos sean. Os pido vuestra colaboración activa. Necesito que tengais abierta una ventana con LOS ARCHIVOS DEL PAYONAUTA y otra con nuestro rastreador protagonista del día. ¿Listos? Estupendo. Comencemos.

Es curioso como con Internet y con el sistema de localización Google las fronteras y límites quedan difuminados y se puede llegar a cualquier persona y lugar. Hay que tener mucho cuidado con lo que se escribe porque nunca sabemos qué intrincadas conexiones nos vinculan con el mundo y hasta que ojos aviesos pueden llegar nuestras palabras. Para muestra, unos ejemplos relacionados con este espacio web:

- Busquemos en Google: milhouse con pijama de teletubbie. ¿En qué lugar de la lista del gran G aparece este blog?...Tomaos unos segundos. ¿Ya?...¿Increíble, verdad? ¡En el 1er puesto!

- Vayamos con el segundo ejemplo de este inquietante experimento postificado. Cambiemos de tercio. ¿Qué tal un poco de política, humor y alimentación juntos?. Estupendo. Busquemos ahora en Google cristina almeida monólogo dietas…¿Lo tenéis?...¡Efectivamente! ¡De nuevo este blog se sitúa en el primer lugar!

- A estas alturas quizás no llegueis a estar totalmente sorprendidos, pero puede que vayáis mostrando cierta intriga por el asunto. Vamos a tomar aire, a pensar en lo que hemos leído hace unos segundos y sin más dilación, a desvelar el plato fuerte de esta performance digital. Por favor, queridos somnolientos, introducid en el buscador esto: triquiñuelas para beneficiarse de mi jefe. soy minusvalido y dadle al enter… Sí, amigos, hacedlo…¿Listo? Es difícil de creer… ¡¡¡pero está ahí, en el segundo y tercer puesto!!!

Como decía, la propia voz de uno en este medio tan ecléctico como es Internet no sabemos hasta donde puede trascender. No sabéis la sensación de responsabilidad que tengo ahora para con los fans de Milhouse vestido de teletubbie, con los que les gusta reírse de la obesidad de Cristina Almeida y ante todo, con los que son minusválidos, victimistas y aprovechados, porque hay que ser bastante aprovechado (e hijo puta, también) para buscar tal asunto en la red. Y esto tan sólo son algunos ejemplos, pero hay más...

Estos tres colectivos me han demostrado que todo está conectado irremediablemente, y en el caso de LOS ARCHIVOS DEL PAYONAUTA gran parte por cosas absurdas, ilógicas y enrevesadas. Pero al fín y al cabo esas, precisamente esas, son las características de las veredas por las que camináis en vuestra vida. Tanto en la que lleváis cuando estáis despiertos, como en aquella por la que os conduce el Señor de los Sueños cada noche.

No ceseis en vuestra búsqueda. Al final alguien os acabará encontrando.Y si no es así no entréis en chats o en Badoo, definitivamente hacedlo en Google Analytics.

"No puedo cambiar la dirección del viento, pero sí ajustar mis velas para llegar siempre a mi destino" (JAMES DEAN)