Concierto para guarros

NOTICIA PUBLICADA EN ACTUALIDAD ORANGE EL 22/6/07

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" LOS CERDOS DISFRUTAN DE LA MÚSICA CON UN CONCIERTO EXCLUSIVO EN LOGROÑO

La música amansa a las fieras y nada mejor para comprobarlo que un concierto exclusivo para una treintena de cerdos a cargo de un cuarteto clásico de cuerda que acogió una granja del barrio logroñés del Cortijo, dentro de los actos conmemorativos el Día Europeo de la Música.

Entre las piezas que degustó tan peculiar auditorio en los veinte minutos de recital figuraban el "Canon" de Pachelbel; la "Cantata 147" de Johan Sebastian Bach; el "O son do ar", de Luar Na Lubre y el "A mi manera", de Frank Sinatra.

Esta última pieza no figuraba en principio dentro del programa original, pero hubo de interpretarse en vista del éxito cosechado.


"Lo de este concierto no es nada más que una provocación, con el objetivo de que la gente valore la música en directo y que reconozca la labor que hacemos", afirmó Eusebio Díez, coordinador de la Escuela Piccolo y Saxo y uno de los organizadores de esta curiosa iniciativa.

Díez dice que no hay constancia de un acontecimiento semejante a éste que, según recuerda José Luis Birigay, otro componente de la escuela, se gestó después de un concierto de esta escuela de música, cuando se acercó hasta ellos uno de los propietarios de la granja para agasajarles con una ristra de sus productos.

Entre tapa y tapa y entre vino y vino de Rioja, éste les propuso que fueran a tocar a sus instalaciones para mejorar la calidad de la carne de sus guarros, lo que les pareció una idea un tanto descabellada a todos ellos, "pero a medida que iba pasando la noche la cosa nos terminó de convencer", afirmó Birigay, que recuerda que ese día todos terminaron ebrios y no precisamente de emoción por la genial idea que acaban de concebir.

Lo importante es que los quinientos cerdos de la raza duroc que se crían en régimen de rotación en sus instalaciones en régimen de semilibertad se muevan para que su carne sea más exquisita antes de ser sacrificados para hacer chorizos de gran calidad, dice el empresario.

De momento, lo que se desconoce y parece difícil que se pueda llegar a comprobar es si el efecto balsámico del concierto habrá servido para mejorar la carne de los gorrinos, una gran parte de los cuales terminó suavemente acurrucado entre las hierbas escuchando los últimos acordes de la música.

COMENTARIOS DE EL PAYONAUTA:

En este caso la frase de “los lugares donde se celebran los conciertos acaban hechos una cerdada” cobra un sentido totalmente literal. Se dice por ahí que la música amansa a las fieras, aunque dudamos de la fiereza de los cerdos y de que necesiten amansarse más aún en sus plácidas ciénagas. Sin embargo existen voces disonantes a esto, como el bueno de Guy Ritchie (por cierto, novio de una tía bastante “cochinilla”, según las memorias sexuales de la cantante) que nos muestran que, con la misma voracidad con la que yo me como el jamón, los puercos se pueden merendar a cualquier infeliz hecho trozos.

Pero ¿Cómo surge una idea con este cariz? ¿Qué brillante plan de marketing instigó tal performance? Pues como bien comenta el no poco jocoso redactor de EFE, y no podía ser menos, la iniciativa, tildada inicialmente de “descabellada””, se plantea en una noche de borrachera. ¡Cúanto mal has hecho, amigo JB, pero cúanto mal! Un poco de alcohol y un poco de agasajamiento al estómago cambian el parecer de cualquiera y de repente lo absurdo se concreta.

Al asunto, por lo visto, ya le venía dando vueltas al empresario logroñés, que consideraba que la música mejoraría la calidad de la carne de sus cerdos. Eso nos lleva a plantearnos si cada tipo de música puede mejorar el sabor, la textura o el olor, de cada una de las aprovechables carnes del rico cochino: lomo, bacon, morro, oreja…. Así pues pongamos un poquito de Jennifer López para obtener unos buenos jamones, algo del disco del Dioni para el chorizo, alguna canción de los Mini Vaniili para el morro y ¿Qué tal algo de Marilyn Manson para unas ricas costillas? Las notas y las carnes quedan unidas en un sistema de equivalencias armónico. Arguiñano y Arzak ya lo sabían. Kandinsky no iba mal desencaminado.


Si buscamos el chiste fácil el grupo preferido de tan selecto auditorio bien podría ser Pig Noise, pero sin duda los gorrinos se decantan por Sinatra y su “I did it my way”. Una gran frase para este colectivo. Repetidla cuando podáis. Hacedlo cuando vuestra novia os eche la bronca por orinar fuera de la taza y ni siquiera tirar de la cadena, decídsela a vuestra madre cuando os recrimine los tropezones costrosos pegados a la vajilla después de que lavéis los platos. Hasta puede usarse como comodín tras dejar a una mujer sexualmente insatisfecha.

Este hecho constituye el comienzo de una revolución cultural porcina. Ya han empezado con la música clásica y seguirán con la danza. ¿Lo próximo? ¿Quizás la ópera? ¿El teatro? ¿Las exposiciones de pintura? Tan sólo la idea de tener algo llamado “pork art” me horroriza. Inquietantes preguntas éstas sobre todo para aquellos que creían que los guarros sólo iban a las salas X. ¿Nos espera un futuro donde estos animales nos quitarán el sitio en el teatro o el cine mientras nos miran con recochineo?

Para que esto no ocurra, yo propongo darles entretenimiento. ¿Les gusta la música? ¿Les gusta comerse a la gente en pedacitos? Bien, pues entonces echémosle a Tamara, Ámbar, Yurima o como se llame ahora, y de segundo plato a su madre. Al fin y al cabo ¿Las Margaritas no son para los cerdos?

That´s all, folks (Eso es to…eso es to…eso es to ... to …todo amigos)