jueves, 12 de abril de 2007

Irreverentes, surrealistas e ingeniosos. Unos ases del humor

Hace no muchos días este desvelado testigo de la realidad que aquí os habla se sorprendió y mucho. Y es que, en varias conversaciones con un auditorio, en su mayoría femenino, he descubierto que existía un desconocimiento total de quienes eran unos personajes que no sólo han supuesto una gran contribución para la historia del humor, sino también para la historia del mundo audiovisual en general. Estoy hablando, como quizás algunos de mis queridos avispados durmientes ya habrán adivinado, de los Monty Python.

Grave me parece que personas que disponen de una alta formación universitaria, e incluso gente que pertenece a una generación cercana a la de los humoristas británicos no tengan noción alguna de su identidad, ni siquiera dándoles referencias cinematográficas o individualizadas de sus miembros. Al final sólo queda el recurso comparativo que te obliga a decir, “Son como Cruz y Raya, pero ingleses, y más de dos”. Sin desmerecer a esta pareja (de estilo humorístico diferente), que tantos buenos ratos nos ha dado, es lamentable que personas, que además sean fieles seguidoras de la televisión, no tengan ni la más mínima referencia de estas figuras.

Sirva pues este archivo para iluminar, y ni mucho menos ofender, a aquellos/as “despistados/as” (parece que más aes que oes) y para hacer un homenaje a estos genios que hace ya casi 30 años que comenzaron a hacer reír a sus congéneres.

Muchas de las personas que han oído hablar de los Monty Python no saben que sus inicios fueron en la televisión. En octubre de 1969 se estrenaba en la BBC el programa Monty Python´s Flying Circus, una serie protagonizada por este colectivo de humoristas que se emitiría en la televisión británica durante 5 años, y que contaría con Terry Gilliam, llevando el timón animatrónico, y Graham Chapman, John Cleese, Eric Idle, Terry Jones y Michael Palin a los remos interpretativos. En este tiempo los Python nos dejaron 45 episodios desternillantes de más o menos 25 minutos de duración cada uno, con sketches inolvidables para todo amante del humor que se precie.


En España estamos actualmente de doble enhorabuena. Desde mediados de marzo está a la venta en DVD la colección completa de las 4 temporadas de Flying Circus. Su precio ronda los 40 euros, con la peculiaridad de que se ha respetado la lengua mater de los cómicos y los capítulos están en la versión original inglesa, permitiendo conservar así muchos chistes que, al ser traducidos se pierden por el cambio de contexto. Para los no angloparlantes o no anglooyentes hay que matizar que los subtítulos vienen en multitud de idiomas, entre ellos en castellano.

Es indudable que los Python están de actualidad. Además de poder deleitarnos con la serie en toda su extensión mediante este recopilatorio, podemos ir al teatro para ver los mejores sketches en español de estos llamados “Beatles del humor”. Durante una hora y media disfrutaremos, de mano de las compañías Illyana e Imprebis, de los mejores gags traducidos y adaptados al entorno patrio, función que vuelve a las tablas tras 3 años. Es recomendable tanto para aquellos/as que se inician en la montypythonmanía, como para esos otros que repiten sus chistes a diesto y siniestro. El precio del espectáculo, representado en el céntrico Teatro Alfil de Madrid, oscila entre los 15 y los 20 euros y este insomne que aquí os habla os asegura que merece bastante la pena.


La serie Flying Circus finalizó en 1974, sobre todo porque algunos de sus miembros, principalmente John Cleese-el cual abandonó en la tercera temporada- consideraban que se repetían a sí mismos y que los capítulos estaban perdiendo fuelle.

Como no es mi intención la de extenderme demasiado, simplemente decir que los británicos llegaron a hacer 3 películas como tal (al margen de “And Now Something completely different” y “Monty Python en Hollywood”):
En 1974 se estrenó el primer film del grupo, titulado en español “Los Caballeros de la Tabla Cuadrada”, una delirante comedia en la que no había presupuesto para caballos, pero sí para cocos. Pese a que el mundo equino no está presente en la producción por motivos desternillantes sí podemos ver un amplio abanico de fauna que interactúa con Arturo. Sir Lancelot y demás caballeros, entre los que podemos destacar: vacas utilizadas como proyectil, palomas europeas o africanas (vete tú a saber) y conejos muy pero que muy agresivos. No nos podemos olvidar de nombrar a grandes iconos para el mundo friki, aparecidos en esta producción, como son los Caballeros que hacen Ñi, o el desmembrado Caballero Negro (remasterizado en versión Star Wars en YouTube).

En 1979 se estrenaría el film más popular de los tres y sin duda el más recordado por su canción de los créditos: “La vida de Brian”. La cinta muestra la vida de un judío de la época de Jesucristo que sin comerlo ni beberlo se convierte en profeta (y sufre tanto como lo hizo el llamado “hijo de Dios”) y nos enseña la afición que tenía el pueblo elegido por la “petanca” lapidatoria.

4 años más tarde saltaría a las pantallas la última cinta en la que participaría todo el equipo al completo, “El sentido de la vida”, que despejó nuestras dudas respecto a cuanto hay que comer para poder explotar de verdad y no quedarse en la típica frase post-boda de “estoy que exploto”. La película hace un recorrido por las distintas fases de la vida, desde el nacimiento a la muerte, queriendo desentrañar esa pregunta sin respuesta de ¿Para qué estamos aquí? y cuenta con un gran elenco de actuaciones musicales, que nos dejan claro entre otras cosas, la importancia de no derramar ni una gota de esperma (All the sperm is needed, all the sperm is wanted….).



Tras el climax llegó la disolución y el grupo separó sus caminos, colaborando algunos miembros en alguna que otra película como “Las aventuras del Barón Munchausen” o “Los héroes del tiempo” . Aunque a Terry Gillian quizá sea al que mejor le ha ido, llegando a ser director de películas de gran éxito como director (“12 Monos” o “El secreto de los hermanos Grimm”) la cara más conocida para los profanos ha acabado siendo la de John Cleese, que ha continuado su carrera interpretativa, principalmente en producciones como “Un pez llamado Wanda”, “Criaturas feroces”, “Ratas a la Carrera”, y varios films de Harry Potter y James Bond.

Como esto es tan sólo es un homenaje y no pretende ni por asomo llegar a ser una guía fidedigna de las andanzas de estos genios del humor absurdo, irreverente y surrealista, os dejo un par de páginas web que pueden acallar vuestras ansias de mayor conocimiento, que seguro ha despertado este archivo.

www.pythonline.com
http://en.wikipedia.org/wiki/Monty_Python

“Basta decir una gran verdad para que todo el mundo se ría pensando que se trata de un rasgo de humorismo” (ENRIQUE JARDIEL PONCELA)

2 comentarios:

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Muchas gracias por la referencia a mi abuelo. Un saludo.

el Payonauta dijo...

Visto el curriculum y la ascendencia del señor gallud jardiel tan sólo manifestar el placer que supone escribir contando con un público tan ilustre.